El
Imperio de los Sentidos no le deja nada a la imaginación, está cargada de
imagines y escena explicitas que a mi parecer llegan a ser perturbadoras en
lugar de eróticas. Es de entender la razón de la gran controversia y polémica
que causó en su tiempo, y que aun hoy en día causaría, pues las escenas son muy
fuertes y sería muy difícil llevarla a ser una película comercial, como era la
intención de su director. Nagisha Oshima quería valerse del sexo explicito para
narra la historia de Sada Abe.
Sus
prácticas sexuales van aumentando de nivel llegando hasta el sadomasoquismo
donde pide ser estrangulada y golpeada severamente y viceversa. El uso de
planos cerrados en la película ayuda a realzar ese elemento sexual acercándonos
detalladamente a los genitales de los dos protagonistas. Es un retrato muy fiel
de la realidad pues cada acción es realizada y transmitida de una manera muy
sincera, es una de las características que cabe rescatar de esta película.
Lo
más impactante para mi, más que las imágenes y escenas sexuales que pueden
llegar a durar 5 minutos fue el hecho de saber que era una historia basada en
hechos reales. Es decir son cosas de este mundo, que suceden en Japón o en
cualquier parte del mundo y ver como la pasión puede llevarse a una persona es
impresionante.
Escrito por: Claudia Aguilar
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