Por: Arnaldo José Barrios Lozano
ID: U00057460
No es
común encontrarse con géneros cinematográficos que trascienden de lo comercial,
sobre todo cuando son géneros que permanecen en esta debido a la gran necesidad
económica en escenografía, vestuario, maquillaje y efectos especiales, dejando
a un lado el guión, que termina siendo el mismo recorrido épico de un héroe
griego. Sin embargo, el movimiento vanguardista francés hace de las suyas al
traernos “Alphaville” Una película que encierra (o al menos eso intenta) un
discurso sobre la humanidad y su decadencia hacia lo racional, una película de
ciencia ficción bajo la mirada de un exponente importante del movimiento,
Jean-Luc Godard.
La
película tiene marcado un estilo más de cine negro que de ciencia ficción, lo
cual desata grandes debates entre los espectadores seguidores y no seguidores
de Godard.Con una fotografía magnífica en primeros planos y de detalle, a esto
le sumamos el montaje que caracteriza a Godard, una banda sonora muy del “Film
noir” y actuaciones llenas de monólogos internos recitados de manera que rozan
entre el pensamiento filosófico profundo y una pretensión inverosímil. Pero
¿Que hace a la película una de ciencia ficción, si nisiquiera los que
interactúan en ese mundo tienes trajes futuristas y los paisajes no son
exóticos? Más allá de haberse estructurado con base a ese género existe un
mensaje “Ciencia real-ficción” implícito que le da valor a la pelicula y
tambien sirve como inspiración de otras películas importantes del género.
Todos
sabemos identificar una película de ciencia ficción desde el momento que vemos
el poster publicitario en el cine, los elementos que conforman el género son
puestas en escenas irreales que pronostican un futuro a largo plazo, pero con
los mismos conflictos que tenemos en el presente (o al menos representados):
naves espaciales que circulan el universo, dirigidas por un héroe que va en
búsqueda de algo, o simplemente va en ayuda de alguna civilización alienígena
exótica, que a veces son descritos de forma humana y estéticamente bella. A lo
anterior le agregamos criaturas irreales, personajes desconocidos que habitan
los rincones más imaginados del universo y armas potencialmente peligrosas,
capas de destruir planetas. Por otro lado también nos encontramos a la ciencia
ficción que no sale de nuestro planeta (o que almenos es el escenario
principal) donde se muestran edificios gigantes, autos voladores y seres
humanos que han sido beneficiados por la tecnología, que prácticamente los hace
uno con ellos, un imaginario que todos tenemos de algo que seguramente nos
llevará al progreso, o al menos eso ven los Estadounidenses. Para llegar a ello
se necesita una gran cantidad de dinero, y necesariamente la ambientación
tendría que ser completamente en un estudio al más estilo hollywoodense, hasta
que el cine de ciencia ficción aprendió a sobrevivir gracias al Cine “B” del
cual sabemos que es uno de los que motivo a Godard para hacer películas a su
modo. En las películas “B” el personaje de ciencia ficción por lo general
llegaba a un planeta desolado, casi desértico, o por el contrario, los
alienígenas llegaron a una sociedad del presente, o “futurista” dependiendo de
pequeñas modificaciones que se le agreguen al entorno.
Pero
aun así, estos elementos baratos eran tediosos para un público general, y en el
caso de Francia, donde los escenarios de la Nouvelle Vague no salen de las
calles de París, además que ningún elemento del lugar cambia, no hay nada
futurista que nos coloque en un futuro distante pero si distopico, lo unico que
ubica al espectador en el futuro es la computadora “ALPHA 60” que controla la
sociedad restringiendo de pensamientos irracionales, algo que nos recuerda a la
novela “Fahrenheit 451”.
El
público de esta película termina dividiéndose en dos, entre intelectuales del
cine y fanáticos de los géneros, que agreden la película bajo términos de “bajo
presupuesto” “pretenciosa” “inverosímil” o “una película de cine negro que se
esconde bajo ciencia ficción” y si, analizando la película y los elementos que
se muestran en el encuadre a 24 fotogramas por segundo, es difícil identificar
los que hacen a la película de ciencia ficción (Además de la computadora no hay
naves, autos voladores, edificios gigantes) Nos encontramos con una película
que estéticamente falla en la descripción de un futuro, este se encuentra en el
interior de los personajes, en su humanidad perdida. Godard, en su lenguaje
pretencioso, como muchos describirían, se fue por el lado del arte para contar
una historia “real” de lo que viene para la raza humana.
Aun así
el factor económico, predominante en la sociedad, es lo que dificulta que la
película dure a través del tiempo. Hoy en día las producciones de ciencia
ficción, incluyendo las películas “B”, se encuentran a la par de la tecnología
actual: De fácil acceso y cada vez se logran cosas grandes sin la necesidad de
mucho dinero.
En
internet (distante a las producciones baratas de este género por televisión)
existen entre cortometrajes y largometrajes que crean desde robotica avanzada,
hasta sociedades urbanas decadentes. Entre las primeras películas nos
encontramos con la pelicula “Metal Gear Solid: Philanthropy” realizada entre
italianos, irlandeses e ingleses, donde la tecnología para crear robots como
armas de destrucción masiva llegan a ser creíbles si tenemos en cuenta el
presupuesto que contaron para realizarla (además de que es una adaptación sin
ánimo de lucro del videojuego del mismo nombre) Los chicos de “Hive Division
Studios” han realizado con bajo presupuesto otros filmes de ciencia ficción
junto con el anterior, y así mismo, otras productoras lo han hecho y
actualmente están en proceso de realizarlas (Con la ayuda del Crowdfunding)
A
través de la historia existen producciones underground
inspiradas por la película de Godard, desde 2001: Una odisea en el espacio,
con la peligrosa computadora HAL2000, la película de culto “Blade Runner”
(siendo esta la más cercana a la película, a diferencia del presupuesto
invertido en sus increíbles efectos especiales) llegando a series de televisión
animadas como “Aeon Fleux”, que muestra un futuro más surrealista y decadente,
el estilo vanguardista de Godard permanece en este género como una antítesis de
progreso que ha implementado el mismo durante la historia, que sería la
percepción actual que tenemos sobre el futuro.
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